Cuando se sufre depresión puerperal, la persona afectada se siente tan triste y desesperanzada que no puede realizar sus actividades normales. Comienza durante las semanas y meses posteriores a tener un bebé.
- Es frecuente sentirse triste o abatida durante los primeros días después de dar a luz; estos sentimientos, son normales y generalmente desaparecen en el transcurso de 2 semanas
- La depresión posparto es una alteración más grave del estado de ánimo que se prolonga durante semanas o meses.
- Usted tiene dificultades para realizar las actividades cotidianas y puede perder interés en su bebé.
- Cerca de 1 de cada 10 mujeres sufre depresión posparto.
- Puede ocurrir incluso si usted nunca ha sufrido depresión.
Acuda al hospital de inmediato si está pensando en suicidarse o tiene pensamientos violentos, como lastimar a su bebé.
¿Cuál es la causa de la depresión posparto (después del parto, puerperal)? La depresión posparto puede tener su origen en la caída repentina de las concentraciones hormonales después del nacimiento de su bebé.
Muchas mujeres no presentan factores de riesgo. Sin embargo, usted es más propensa a sufrir una depresión posparto si
Sufría depresión antes o durante el embarazo: informe a su médico si tuvo depresión antes de quedarse embarazada
Ha sufrido depresión posparto en un embarazo anterior
Tiene tristeza o depresión durante su período menstrual o mientras toma píldoras anticonceptivas
Tiene familiares que sufren depresión
Experimenta falta de apoyo de la pareja o de los familiares. Ha tenido problemas relacionados con su embarazo, como un parto prematuro o un bebé con defectos congénitos. No estaba segura de si deseaba un bebé (por ejemplo, el embarazo no fue planeado)
Síntomas frecuentes:
Tristeza extrema
Llanto Cambios de humor
Enojarse fácilmente
Falta de interés por su bebé
Cansancio extremo
Alteraciones del sueño, como dormir en exceso o dormir demasiado poco
Ansiedad o ataques de pánico
Dificultad para realizar actividades cotidianas, como ducharse
Preocuparse demasiado por su bebé sin una buena razón
Sentirse desesperanzada o no lo suficientemente buena
Sentirse culpable por cualquiera de estos sentimiento
Por Julie S. Moldenhauer