junio 3, 2024
México, Ciudad de México
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Gota (ácido úrico) 

El ataque agudo de gota típico suele comenzar por la noche y consiste en un intenso dolor y enrojecimiento del dedo gordo del pie.  

El factor fundamental que causa la gota es la hiperuricemia (elevación de los niveles de ácido úrico en sangre). Los dos motivos principales por los que los niveles de ácido úrico son demasiado altos en la sangre son el aumento de su producción por el organismo y la disminución de su eliminación por el riñón.  

Los estilos de vida poco saludables, la obesidad, diabetes tipo 2, u otras condiciones relacionadas con el síndrome metabólico pueden favorecer el desarrollo de la enfermedad.​ La ingesta excesiva de alcohol y de azúcar pueden ser desencadenantes de la crisis gotosa, aunque esta enfermedad está condicionada por factores de origen genético en la mayor parte de los casos. 

La gota afecta a entre el 1 % y 2 % de la población general en algún momento de su vida. Es más frecuente en varones, se calcula que la padecen entre cinco y ocho varones por cada mujer. Suele aparecer en las edades medias de la vida, generalmente después de los 30 años.  

Tratamiento

  • Fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). No se aconseja sin embargo la utilización de aspirina.  
  • Colchicina. Es un medicamento muy utilizado para el tratamiento de la crisis aguda y es especialmente útil si se administra precozmente. ​ 
  • Fármacos hipouricemiantes. Tienen la propiedad de reducir los niveles de ácido úrico en sangre, por lo que facilitan la desaturación y la disolución de los depósitos de esta sustancia que se forman en los tejidos. 
  • Uricosúricos. Son medicamentos que aumentan la expulsión de ácido úrico por la orina.   
  • Glucocorticoides. Se ha demostrado que los glucocorticoides son tan efectivos como los AINE.  
  • Pegloticasa. La pegloticasa fue aprobada en los Estados Unidos en el 2010, para el tratamiento de la gota. Es una opción terapéutica para el 3 % de las personas que son intolerantes a otros medicamentos.  

Referencias:

  • Manual SER de enfermedades reumáticas, 3º edición. Sociedad Española de Reumatología, Editorial Médica Panamericana, 2000. 

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